Una aplicación del 155 llamada al fracaso

Una aplicación del 155 llamada al fracaso

  • Posted by Qveremos
  • On 30th octubre 2017
  • 2 Comments
  • 155, Cataluña, Recuperación Competencias, Reforma Constitución

El pasado viernes, pocas horas después de la declaración de independencia llevada a cabo por el Parlamento de Cataluña, el Gobierno de la nación aplicaba en Art. 155 de la Constitución. La aplicación realizada, sin embargo, se limita a intervenir la Comunidad autónoma de Cataluña durante 55 días hasta llegar a unas elecciones autonómicas más (las terceras en apenas cinco años). Renuncia el Estado con ello a utilizar los poderes que le atribuye la Constitución durante más tiempo.

Si tenemos presente que la situación hoy existente en Cataluña es el resultado del abuso por parte del poder autonómico de sus funciones, adoptar esta solución sin llevar a cabo una labor de reconducción de la autonomía a sus límites legales, es una aplicación del Artículo 155 llamada al fracaso. En efecto, una vez pasen los 55 días, si las fuerzas independentistas se hacen de nuevo con el poder autonómico (y la correlación de fuerzas mediáticas hace intuir que así será), el problema al que se enfrenta el Estado desde que comenzó el proceso hacia la independencia estará de nuevo en la misma situación que estaba hace dos años: el independentismo tendrá el control de la Generalitat, una mayoría parlamentaria partidaria de la independencia se sentirá legitimada para dar pasos hacia ella, y las condiciones de poder administrativo que les permitieron llegar a poner urnas en la calle el pasado 1 de Octubre se volverán a dar exactamente igual que hace dos meses.

La Constitución española de 1978 estableció un sistema de Estado compuesto, en el que coexiste el poder central con la Comunidad Autónoma: la mayoría de las regiones han ejercido la autonomía sin menoscabo ni intención de menoscabar la integridad de la nación común que proclama el artículo 2. En Cataluña, sin embargo, la autonomía se ha ejercido como cauce político de una nación sin Estado pero con claras aspiraciones a tener Estado propio y separado. Dicha dirección, dicha opción política nacionalista, ha marcado el modo en que se ha ejercido el poder autonómico durante los treinta y siete años de autonomía, lo cual se ha reflejado en un constante abuso del mismo por encima de los límites constitucionales (de lo cual son reflejo un buen número de Sentencias del Tribunal Constitucional por recursos del Estado contra la Generalitat).

Restituir la legalidad constitucional en Cataluña es un objetivo que no se alcanza en 55 días. Es preciso analizar, área por área, como y donde se está produciendo el abuso de poder autonómico. Probablemente, ello requiera un ejercicio tutelado por el Estado de la autonomía durante un tiempo más largo. Optar por una “aplicación blanda” (como se ha dicho) del 155 está llamado al fracaso pues no corrige el problema de fondo: el abuso consciente y constante del derecho de autonomía, el ejercicio de la misma en dirección a la formación de un Estado independiente.

Comprendemos la complejidad política de hacer una aplicación más eficaz del Art. 155. Comprendemos que el Gobierno ha querido llevar a cabo la única aplicación con la que estaba de acuerdo su principal socio en este momento (el PSOE). Sin embargo, esta no es la aplicación que qveremos, que necesitaría España y que secundaría la mayoría natural del electorado.

La intervención de la Autonomía debería ser el preámbulo de una reforma constitucional que corrigiese los errores de diseño de la Constitución del 78 que nos han llevado hasta aquí: es imprescindible recuperar competencias como educación, poner orden en el ámbito competencial con un diseño que prime la eficiencia, acabar con las estructuras paraestatales como son las policías autonómicas, eliminar las televisiones públicas al servicio de los intereses políticos etc.

Por desgracia la impresión es que el gobierno busca tan solo regresar al status quo previo al 1 de octubre. Y lo que es peor, la anunciada comisión para la reforma constitucional parece estar al servicio de nuevas cesiones al victimismo de aquellos que utilizan las instituciones para tratar de romper España.

Por todo ello lamentamos la aplicación excesivamente calculada que se ha hecho en este momento, y esperamos que en las siguientes ocasiones (que las habrá), el despertar de la gente en defensa de España propicie por parte del Gobierno una actitud más atrevida.

2 Comentarios

José Manuel Ramos Gascón
No creo que sea posible volver al “statu (que no, status) quo” previo al 01.10 -o mejor, 06.09- tras los 55 días. Hay hechos irreversibles que se han producido o se producirán en dicho periodo: - Cese del Govern. - Disolución del Parlament. - Elecciones autonómicas legales. - Acción de la Justicia. Aún en el hipotético caso de que el 21.12 resulte en una composición parlamentaria idéntica a la anterior, la situación sería significativamente distinta. Naturalmente, no será de ninguna manera estación final pero el “proces” estará descarrilado.
MZA
todo esto demuestra la complicidad del partido popular con la difuminación de España. ¿necesitaba para algo al partido socialista? quien tiene la autoridad y el poder lo debe ejercitar, salvo que no tenga convicciones o las tenga contrarias a lo que en general se esperaba de él. Y por supuesto demuestra el gran fracaso de la transición y de una constituci´0n tan alabada.

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