Apoyemos a Guaidó, ¡salvemos Venezuela!
- Posted by Qveremos
- On 31st enero 2019
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- artículo 233 Constitución, Juan Guaidó, Maduro, Venezuela
Dos décadas de gobierno social-comunista en la República Bolivariana de Venezuela han llevado al país a la depresión económica, la escasez de productos básicos, el crimen, la malnutrición infantil, la hiperinflación, las persecuciones y asesinatos de políticos opositores, el fraude electoral y el éxodo masivo.
La heroica resistencia del pueblo venezolano contra el dictador Maduro entra ahora en una nueva fase: en base al fraude electoral cometido por el régimen actual, Juan Guaidó, Presidente de la Asamblea Nacional, ha podido utilizar el artículo 233 de la Constitución de Venezuela para autoproclamarse “Presidente Encargado”. Esta vez hay motivos para la esperanza.
España, que cuenta con unos lazos de sangre estrechísimos con Venezuela, debe liderar la oposición al régimen de Maduro, dando todo su apoyo al presidente Juan Guaidó. Es un deber histórico. Es el momento de reparar las brechas producidas por aquellas ocasiones en las que no hemos estado a la altura de las circunstancias, cerrando las puertas a tantos refugiados venezolanos que huían de su país, o respaldando la miserable actividad del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero como “mediador”.
Foto: AP
Sobre la catástrofe humanitaria venezolana
Económicamente Venezuela está en bancarrota. Es incapaz de hacer frente a los pagos de préstamos externos. La inflación se sitúa en el 1.350.000%, y se estima en un 10.000.000% para 2019 (según el FMI), con una caída del PIB del -18%.
Rusia y China han proporcionado soporte financiero a Maduro, interesados tanto en sus materias primas, como en contrarrestar a EEUU en el Caribe. Sin embargo, Venezuela mantiene su dependencia comercial de Washington, que sigue siendo el mayor comprador de su petróleo (lo que supone el 42% de los ingresos por exportaciones de Venezuela): el reciente embargo impuesto a las exportaciones de petróleo supondrá el colapso definitivo de las cuentas del régimen.
Socialmente la situación es insostenible:
- El 87% de la población vive bajo el umbral de la pobreza, el 61% en la miseria extrema.
- El 55% de los niños menores de cinco años sufre desnutrición según Naciones Unidas.
- Cada día hay 76 muertes violentassegún el Observatorio Venezolano de Violencia (estudio de 2017).
- El éxodo venezolano, actualmente en 3,3 millones de personas desplazadas, llegará a 5,3 millones en 2019 según la ONU
- La cobertura sanitaria es paupérrima, con grave desabastecimiento de medicamentos
Los derechos humanos sufren una violación sistemática: La oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas -en su informe de 2018- enumera entre otras violaciones: homicidios, uso excesivo de la fuerza en contra de manifestantes, detenciones arbitrarias, malos tratos y tortura. “El Estado de Derecho está prácticamente ausente en Venezuela”, dijo Zeid Ra’ad Al Hussein, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Así lo acusó también el Papa Francisco en Panamá esta misma semana, abogando a una “solución pacífica que respete los derechos humanos en Venezuela”.
Según Amnistía Internacional en 2017 se produjeron 120 asesinatos de manifestantes y más de 1177 heridos solo en 2017, además se han registrado al menos 22 detenciones arbitrarias de personas relevantes desde 2014. Los crímenes de lesa humanidad serán un punto latente al post conflicto que está por llegar.
A todo ello se le une:
- El fraude electoral: la oposición fue capaz de lograr una impresionante victoria en las elecciones legislativas de diciembre de 2015 consiguiendo 109 asientos, lo que les permitió controlar dos tercios del Parlamento. Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia -completamente controlada por el Chavismo- empezó a socavar el trabajo de la Asamblea tan pronto fue elegida. En una sentencia de marzo de 2017 retiró la inmunidad parlamentaria de sus miembros y suprimió sus poderes constitucionales. En mayo de 2017, la Corte anunció la elección de una nueva Asamblea Nacional Constituyente, supuestamente convocada para redactar una nueva la Constitución. El 30 de Julio 2017 se celebraron nuevos comicios para la elección de una Asamblea que sería ampliamente controlada por el Chavismo. Ni EE.UU., la UE, España, la Santa Sede, Argentina, Colombia, México o Perú la han reconocido
- Un sistema clientelar por parte de la maquinara comunista-bolivariana que ha funcionado a la perfección, hasta el punto que ha podido, además de controlar todos los resortes del poder, implicar a las cúpulas militares en los turbios negocios de narcotráfico del régimen, y entregarles el control de las principales empresas del país. Si bien se han producido algunos intentos militares de restablecer el orden en el país, Maduro ha sido capaz de reprimirlos, como ocurrió en mayo del 18 en la llamada “Operación Constitución”, que acabó con varios militares de alta graduación encarcelados.
- Un nivel de corrupción se sitúa en el decimoprimero lugar a nivel mundial (entre Irak y Corea del Norte) según el Índice de percepción de corrupción 2017 de Transparencia internacional.
- Ausencia de libertad de prensa: con 50 cadenas de información cerradas desde 2015.
Los argumentos a favor de Guaidó
Esta es la situación que ha propiciado la autoproclamación del Presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó (Unidad Democrática), como “Presidente Encargado” del País, basándose en el no reconocimiento -por fraude electoral- de Nicolás Maduro como Presidente electo en las presidenciales de Mayo de 2018. El sistema constitucional venezolano reconoce la posibilidad de que el Presidente de la Asamblea asuma el cargo de “Presidente Encargado” bajo un numerus clausus, entre los que se incluyen la fraudulenta elección del Presidente, que da lugar a un vacío de poder (“falta absoluta de poder” según el artículo 233 de la Constitución). La hoja de ruta de Guaidó es asumir el poder presidencial y convocar elecciones libres.
El reconocimiento internacional de la ilegitimidad de Maduro no ha sido posible antes por tres motivos: Primero por la inmadurez de la oposición a la hora de alinear sus intereses en su oposición conjunta al régimen. Segundo por la necesidad de “internacionalizar” el conflicto, algo que ha sido posible con los años gracias al enorme trabajo de Leopoldo López. Y, en tercer lugar, el camino emprendido por Venezuela hacia la antesala del Estado fallido ha ido evolucionando hasta la fecha de hoy. De ahí que la situación sea interpretada como “diferente” por las voces opositoras.
Dada la situación de los derechos humanos en el país, muchas voces propugnan una solución militar desde la perspectiva humanitaria de mantenimiento de la paz recogida en el Capítulo VII de Naciones Unidas. Y aunque dicha acción militar no pueda ser realizada bajo el paraguas de la ONU por la cobertura que en ella brindan Rusia y China al régimen de Maduro, probablemente la intervención militar sea el punto más importante del presente debate.
Ojalá que la apuesta del nuevo Presidente Juan Guaidó por ofrecer una salida a los militares hacia una transición democrática evite un nuevo baño de sangre a manos del régimen de Maduro. A fecha de hoy son ya 35 los muertos por represalias del gobierno a las manifestaciones pacíficas en favor de la libertad.
No es tiempo de mirar a otro lado. España debe liderar la repuesta europea contra Maduro, en apoyo del nuevo presidente, y con la convicción de que ha llegado el momento de liberar al pueblo venezolano de la tiranía bolivariana.
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