¿Qué PODEMOS esperar de los próximos meses?

  • Posted by Qveremos
  • On 4th abril 2016
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El fallido debate de investidura no ha sido sino el prolegómeno de lo que está por venir: el candidato socialista Pedro Sánchez afirmaba pocos días después en Twitter “Voy a ser presidente del Gobierno y no va a haber elecciones. Estoy convencido que Iglesias recapacitará”.

Sánchez y Podemos saben que deben entenderse para evitar dar una oportunidad al PP en forma de nuevas elecciones. La negociación no se plantea en términos de programa (como sí ha querido hacer Ciudadanos) sino en términos poder.

Lo que está en juego –por la frivolidad de uno, y la nefasta ideología de los otros- es el futuro de España, que se enfrenta a un proceso potencial de desintegración y de degradación pública sin precedentes. El centro derecha debe afrontar urgentemente su refundación con el fin de servir de muro de contención al sectarismo que viene.

EL CERCO SOBRE EL PP

Una de las extrañas afirmaciones de Pedro Sánchez es que está abierto al dialogo con todos (separatistas, filocomunistas etc.) menos con el PP. Es un proceso que se inició ya con Zapatero: aislar al PP por cualquier medio, negarle su legitimidad para gobernar.

De forma circunstancial Ciudadanos participa del cerco al PP: son conscientes que su caladero natural de votos se encuentra ahí, y por tanto nada mejor que reducir al PP a la marginalidad.

La estrategia de Ciudadanos es enormemente arriesgada:

  • Si bien aparece como el adalid de la gobernabilidad y la moderación, muchos de sus votantes aborrecen a Sánchez y sus coqueteos con Podemos y los separatistas.
  • La única posibilidad de éxito de su acuerdo con el PSOE pasa por la abstención del PP –que no puede producirse ya que le convertiría en una fuerza marginal- o por el apoyo de Podemos, que dejaría con el pie cambiado a Ciudadanos.

EL PACTO CIUDADANOS – PSOE

Entretanto hemos conocido la propuesta conjunta de Ciudadanos-PSOE: reflejan tanto las propuestas reformistas de Ciudadanos como las convicciones relativistas de ambos.

Las propuestas para mejorar la competitividad o impulsar la democratización de los partidos se entremezclan con: i) ley de muerte digna (eutanasia), ii) maternidad subrogada (vientres de alquiler); iii) derogación de los acuerdos con la Santa Sede (limitaciones al derecho a la libertad religiosa: en estos acuerdos el Estado reconoce el derecho a la educación religiosa). Y con aspectos potencialmente muy perturbadores como la “reforma constitucional para desarrollar el concepto de estado federal”.

También incluye un largo catálogo de derogaciones, como por ejemplo la nueva ley de educación (ningún español nacido en democracia ha estudiado con una ley que no sea socialista, ya que las dos reformas promovidas por el PP apenas han tenido vigencia), o partes de la ley de racionalización y sostenibilidad de la administración local.

¿Y EL PP?

Si finalmente Pedro Sánchez y Podemos no son capaces de llegar a un reparto de poder que satisfaga a ambos –y no rompa sus respectivos partidos- el PP tendría la oportunidad de presentarse a unas nuevas elecciones.

Es evidente, para cualquiera que no esté directamente implicado, que el PP necesita renovar toda su cúpula, cambiar su forma de funcionamiento, buscar un nuevo liderazgo. Y por encima de todo reencontrar sus bases de pensamiento: debe abanderar la promoción de la familia, la defensa de la libertad de educación de los padres, la unidad nacional (en lugar de desautorizar a su candidato en Cataluña), así como impulsar las imprescindibles reformas económicas y administrativas que España necesita.

Por desgracia el PP hace mucho tiempo que ha perdido sus reflejos políticos: cuando el sistema impide la independencia de criterio frente al líder, la vida del partido tiende a correr la misma suerte que este.

¿CÓMO AFRONTAR EL NUEVO ESCENARIO?

El eventual gobierno PSOE-Podemos posiblemente dure más de lo que su difícil equilibrio haría esperar. El reparto de poder, y la que previsiblemente sea una mala perspectiva electoral (fruto de la mala gestión y las tensiones que se generen), harán que tiendan a arreglarse los desplantes de unos a otros.

El principal hito de la legislatura será la propuesta de reforma constitucional: la nación y las libertades individuales serán puestas a prueba. El PP cuenta con minoría de bloqueo en el Senado. Nuevamente la tentación será asumir la “superioridad moral de la izquierda”, que lleva a la derecha a huir del debate ideológico y abrazar los postulados ajenos.

En este escenario se hace más necesario que nunca el compromiso político de los españoles. Qveremos trabajar por una España donde la persona sea el centro de la acción política, social y económica. Somos conscientes de que construir una alternativa no es una labor que pueda realizarse de la noche a la mañana, ni por una minoría aislada; pero es una tarea que no puede postergarse por más tiempo.