Se cumplen esta semana 26 años del secuestro de José Antonio Ortega Lara, el más largo de cuantos cometió la banda terrorista ETA. 532 días mantuvieron los criminales al funcionario de prisiones burgalés en un zulo infecto, de apenas 4 metros cuadrados y bajo tierra. “Me aferré a tres cosas: a mi familia, hablando todos los días en voz alta con mi mujer, a la oración y al sentido del método que me enseñaron los Salesianos; todos los días igual: te levantas, te aseas, haces los estiramientos, lees, rezas, limpias el habitáculo; aunque tuviera el alma dolorida y el cuerpo destrozado, nunca abandoné ese método“, confesaba años después.

Este sábado Ortega Lara acudió al primer gran mitin de VOX en la precampaña de las elecciones al parlamento de Castilla y León para acompañar a Santiago Abascal y arropar al nuevo candidato Juan García-Gallardo, junto a miles de personas en Valladolid. Allí todos los ponentes reivindicaron ser el “partido de Ortega Lara”. Qué mejor presentación que contar en tus filas con uno de los mayores ejemplos morales en esa lucha por la defensa de España y la libertad.

Y ese mismo día, Toni Roldán, quien fuera Diputado y responsable económico de Ciudadanos, equiparaba a VOX con Bildu en unas lamentables afirmaciones. Comparar al partido de Santiago Abascal, padre e hijo, y de Ortega Lara, con el de los simpatizantes del terrorismo etarra es sencillamente deleznable. Quizá por eso Ciudadanos vaya a sacar el resultado que va a sacar y en cambio VOX haya sabido insuflar esperanza y ánimo en una región que necesita un revulsivo y un cambio político para poder mirar al futuro.