El legado de Rajoy: Pedro Sánchez presidente

El legado de Rajoy: Pedro Sánchez presidente

  • Posted by Qveremos
  • On 12th junio 2018
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  • Dimisión Rajoy, Moción Censura, Pedro Sánchez Presidente

Durante las horas previas a la moción de censura, y especialmente cuando se vislumbraba ya el éxito de la misma, los españoles confiaron en que Mariano Rajoy hiciera un último servicio a España presentando su dimisión. Sin embargo, el ahora ex presidente prefirió anteponer los intereses del PP a los de España, dejando el país en manos de sus enemigos declarados. Y así, Pedro Sánchez es hoy el nuevo presidente del Gobierno de España, con el apoyo de “chavistas” y separatistas.

Más allá de los errores de Mariano Rajoy a lo largo de sus dos legislaturas en el poder, de su incapacidad para gestionar la crisis en Cataluña, de sus temerosas y acomplejadas políticas sociales que han consolidado el legado ideológico de Zapatero; el recuerdo que de él van a tener muchos de sus votantes es su obcecación en no dimitir.

El argumento de que Pedro Sánchez llegaría igualmente a la Moncloa no se sostiene: la dimisión de Rajoy, habría permitido tener un Gobierno en funciones, y abrir un nuevo periodo de consultas por parte del Rey. Se habría producido un periodo de incertidumbre, que en ningún caso -a diferencia de lo que interesadamente dice el PP- garantizaba a Pedro Sánchez acabar de presidente del Gobierno debido a varias razones:

  • No es lo mismo votar “sí” en la moción de censura “contra” Rajoy, que votar “sí” en la investidura de Pedro Sánchez como presidente. El precio de votar “no” a la moción de censura era que siguiera Rajoy. El precio de votar “no” a una eventual investidura de Sánchez habría sido la celebración de elecciones anticipadas.
  • La nueva ronda de contactos del Rey habría permitido al PP presentar a otro candidato a la presidencia del Gobierno. Alguien que no fuese parte de la Dirección del PP en tiempos de la Gürtel.

El gran miedo de Rajoy y de la cúpula del PP eran unas elecciones anticipadas que le hicieran perder la hegemonía en el centro derecha en España en favor de Ciudadanos y del que previsiblemente habría sido presidente, Albert Rivera.

La Dirección del PP confía que el Gobierno de Pedro Sánchez no convoque elecciones hasta dentro de un año y medio o dos años, lo que le permitirá: (i) recomponer el partido y prepararse adecuadamente para las elecciones, (ii) erigirse como la verdadera oposición (orillando a Rivera) a unas previsibles políticas de Pedro Sánchez malas para España; y (iii) volver a enarbolar el “voto del miedo” a una victoria en las urnas de los socialistas, comunistas y demás.

Así, la decisión de presentar la dimisión habría sido buena para España y para los españoles, pero mala para el PP. Y entre España y el PP, Rajoy ha preferido el PP. Ahí radica su última traición a nuestro país y a los españoles. Una traición de consecuencias imprevisibles.

 

Sin duda Pedro Sánchez ha llevado a cabo una brillante operación política, maquiavélica en su estructura por cuanto tiene de mentira continuada: ha hecho lo que se comprometió a no hacer, ser presidente gracias al voto de separatistas y filo-etarras. Y en esta clave hay que entender la composición de su nuevo gobierno: el Sr. Borrel no es más que una cortina de humo cara a las negociaciones entabladas con los separatistas.

Lo que podemos esperar ahora es una independencia a plazos. Pedro Sánchez no cree en España. Tampoco lo hacía el Sr. Rajoy, cuyo único argumento en contra del separatismo era la economía. Uno la dejó indefensa, otro la vendió.

Desde Qveremos nos sumamos a la voces que demandan una movilización social que mantenga vivo el espíritu de las manifestaciones cívicas que se vivieron en Barcelona y en toda España los días posteriores al 1-O: no queremos una sociedad presa de nacionalistas supremacistas. No abandonaremos a nuestros compatriotas en Cataluña.

 

 

 

 

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